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Joel y Emilio son hermanos. Joel es el pequeño y es un hombre guapísimo. La  belleza fue reservada exclusivamente para él porque su hermano mayor, Emilio, no puede ser más feo. Están ya en el avión. Joel está de el lado de la ventana. Quería ese lado para distraerse mirando por la ventana pero luego se arrepiente porque está muy excitado. Tiene el pantalón muy hinchado, algo que Emilio ha notado y no deja de mirar excitado. Joel, cuando ya han despegado, se levanta. Tiene que pasearle el culo a su hermano por la cara. Ese culazo en esos jeans tan estrechos que Emilio si pudiera le daría un buen bocado. Joel se encierra en el baño. Se siente fatal por haberle mirado la verga al guapo que hacia pis a su lado. Y lo que más le atormenta es que no se lo puede sacar declaración cabeza. A sus 23 años es totalmente virgen porque no quiere ni puede aceptar que es gay.
--¡¡no soy gay... no soy gay¡
Y una vez más recuerdo de ese hombre de la terminal acompañado por esa gran trompa se le repite una y otra vez. Joel tiene el pantalón que va a reventar. Se desbrocha los jeans y aparece una gorda y dura y larga trompa que Joel agarra entre sus manos y se masturba mientras se imagina haciéndole sexo oral al desconocido. Después del momento de placer se siente culpable. Llora de rabia. 
-¡-no soy gay... no soy gay...¡ --golpea la pared.
Se lava la cara. Más tranquilo, Joel vuelve a su sitio. Y de nuevo Joel le pasea por la cara su atractivo culo a su excitado hermano. . Emilio está feliz de estar al lado de su guapo hermano. Siempre quiso ser su amigo y espera que esos días juntos estreche lazos entre ellos. Los dos hermanos están muy juntos. Joel lleva jeans muy estrechos y le hacen un culo de infarto. La verdad es que Emilio siempre se ha sentido sofocado ante su hermano y es que es atractivo de más hasta para él que se vuelve loco por los guapos.  Joel nota que su hermano lo mira "raro". No le hace mucha gracia estar a solas con su hermano pero le preocupa demasiado lo de la herencia.

En Alemania los dos hermanos se instalan en la habitación de un hotel. Es una habitación doble.
--si somos ricos no entiendo porque estamos en un hotel tan feo y encima pidiendo una sola habitación... ¿no podíamos ir a la casa del tío?
--No sé dónde está, mañana iremos al notario y ya hablamos de nuestros bienos pero ¿es que te molesta compartir recámara conmigo? –Joel.
Emilio está muy excitado al pensar en la cercania con su hermano. 
--no, no 
Tiene que hacer un esfuerzo para que no se note lo feliz que está.
--ves guardando las cosas...me voy a dar una ducha... ¿necesitas el baño? me quiero duchar tranquilo y la puerta no cierra...
Emilio lo mira con deseo:
--no ve.. tranquilo... no tengo que entrar...
Joel entra vestido. Esos jeans le hacen un culo que provocan miles de suspiros a Emilio.
--¡¡lo que daría por verlo desnudo¡¡
A Emilio le pone muy cachondo pensar que sólo una puerta y que no cierra bien lo separa de ver el cuerpo desnudo de su hermano. El deseo lo vence. Entra con cuidado. La puerta ha quedado medioabierta. Y por la ranura Emilio ve con perfección el cuerpo desnudo de su hermano. La ducha es solo de suelo y no hay cortinas así que Emilio puede ver con lujos de detalles del cuerpo de su hermano. Lo ve de lado, de culo.
--¡¡que culillo¡
Aunque se siente un depravado por estar espiando a su hermano la verdad es que aunque lleve su misma sangre no puede olvidar que es un tío bueno y está demasiado sediento... además desde niño no lo ve desnudo.
--¡¡en que hombre se ha convertido mi hermanito¡
Le gusta mucho verlo duchándose y aunque tiene miedo de ser descubierto no puede dejar de mirarlo. Además hacía mucho que tenía ganas de ver a su hermano desnudo. Más que nada por curiosidad, aunque es muy guapo, aunque le gusta su cuerpo tampoco es que piense en él para algo serio. Aunque ya que está puesto no se quiere quedar con las ganas de verlo todo. Justo cuando apaga la ducha y por unos segundos, Emilio ve a su hermano desnudo frontal. Casi no se la ve en medio de tanta selva.
--¡¡que pequeñita¡ --dice para sí decepcionado.
Le gustaría vérsela en todo su esplendor pero sabe que eso es del todo imposible:
--cuantos te la han mamado...? --se pregunta Emilio excitado seguro que es gay.
A Emilio le excita imaginarse a su guapo hermano fornicando con un hombre como Carlos, como el del baño. No mira más porque ya fuera de la ducha tiene miedo que su hermano lo descubra. Aunque se esperaba más tamaño, está muy excitado. 

Sin imaginar que su hermano lo ha visto, Joel se pone un boxers. Le da un voto de confianza a su hermano. Sale así. A Emilio le excita mucho verlo con el pecho húmedo y medio desnudo. A Joel no le gusta como su hermano lo mira:
--pasa algo...?
Emilio hace que no con la cabeza muy sofocado.
--sé que eres gay pero eso no te afecta conmigo... soy tu hermano ¿no...?
--claro claro... –Emilio muy sofocado.
Joel no está muy seguro pero ahora lo que más le preocupa es el dinero y sobretodo no pensar en la verga del desconocido. 
--¿salimos o cenamos aquí?
--mejor aquí...
Los dos hermanos comen una pizza en la cama. Joel con los pantalones de pijama excitando a Emilio con la desnudez del torso de su hermano.
--¿¿cómo te va con Noe?
--bien... bien... ¿y tú?
A Joel le cuesta mucho hablar de ese tema:
--¿lo has hecho con muchos hombres?
--menos de lo que quisiera...
--te has pasado un poco ¿no?
--¿a que te refieres?
--que eres un poco descarado, he visto que mirabas mucho al hombre del baño...
--me gusta... que tiene de malo?
A Joel le ha traicionado el subconsciente pues no quería pensar en el desconocido  y ahora se está excitando mucho. Joel piensa en la trompa del desconocido y no puede más... necesita tener sexo ya...