lunes, 25 de mayo de 2020
4
Joel se levanta sofocado. Va en boxers. Le atormenta los recuerdos del sueño y también del día anterior en lo referente a Ricardo y su hermano Emilio. Llora frente al espejo recordando las palabras de su padre en su lecho de muerte...
--soy una basura... ¡¡soy una basura¡¡
Está muy atormentado por la culpa:
--perdoname papá... voy a luchar para no ser gay... pero me falta las fuerzas... ¡¡ayúdame... esto es superior a mí¡¡ ¡¡yo quiero amar a Noelia pero este fuego me está matando... ¡¡me gustan demasiado los hombres¡¡
Y aunque le ha gustado mucho el desconocido se da cuenta que le ha hecho "daño" porque nunca un hombre lo había cautivado de esa manera. El recuerdo de la trompa del desconocido le gusta y le atormenta. Piensa en lo que sintió cuando se la mamó su hermano. Él no miró, no siente que ese placer se lo haya dado su hermano. Aunque siente culpa le ha gustado...
--ya no podia controlarme... mejor con Emilio que con otro... asi nadie se enterará...
Joel ahora sólo espera una cosa: no volver a sentirse como la noche antes:
--¡¡no volverá a pasar¡¡ ¡¡no¡
Camina por el cuarto. Sigilosamente para que su hermano no se despierte. No imagina que Emilio hace poco que ha dormido y por más ruido que haga no se va a despertar. Agarra sus jeans. El relato de la frustración de Emilio le ha hecho estar más seguro que no quiere ser como él.
--¡¡Yo me voy a casar con Noelia y voy a ser feliz con ella¡
No quiere renunciar a lo que sintió por el desconocido y quiere sentirlo de verdad, quiere sentir de nuevo una mamada pero hecho por un macho que le gusta y le gustaría ser él quien se la mamara:
--sólo una vez no va a pasar nada...
Lo desea. Pero luego piensa en su padre en que le hizo jurar en el lecho de muerte que no tendría nada con un hombre porque después ya no podría escapar. El peso de esa promesa es más fuerte que todo. Se siente frustrado pensando en desconocido , la trompa. Aunque siente deseo la mamada le ha ido bien, ya no se siente tan excitado.
--me di el capricho... ya está...
Joel tira de la cadena. Se lava la cara como para tratar de hacer borrón y cuenta nueva. Esa trompa del aeropuerto no se le olvida.
--lo olvidaré... lo olvidaré...
El guapísimo joven se baja el boxer y totalmente desnudo se mete en la ducha. Mientras el agua cubre su cuerpo desnudo, Joel con sus manos se acaricia todas las partes para enjabonarla. Luego con delicadeza se las va aclarando: la cara, el pecho, los genitales, las piernas... el culo...
Joel ya está vestido. Zarandea a su hermano:
--¡¡Emilio... Emilio¡¡ ¡¡nos tenemos que ir¡¡
Emilio se despierta. Ve a su hermano. Por un momento no sabe si es parte del sueño erótico que está teniendo. .
--Emilio. Tenemos cita con el notario... es muy tarde...
Emilio está frustrado porque estaba disfrutando de su sueño tanto o más como gozó con la mamada a su hermano y le da rabia no poder disfrutar del sueño.
--ya voy --dice fastidiado.
Joel lo mira:
--yo tengo que hacer unas cosas... voy abajo cuando suba te quiero ver vestido...
--si claro...
Joel se va y Emilio vuelve a quedarse dormido con la esperanza de poder acabar con su sueño. Tiene suerte. El sueño continua por donde lo dejó y vuelve a sentir el placer en su cuerpo al tener esas dos trompas en su boca. Siente el placer de mamar esas dos buenas trompas un rato más pero en seguida se despierta y ya no se vuelve a dormir.
--¡¡que rabia¡
Mira la cama de su hermano, deshecha. Y sonríe:
--se la mamé... se la mamé...
Y siente una especie de deseo mezclado en culpa. Se lleva las manos a la cabeza:
--¡¡mamársela al hermano¡ ¡¡¡hay que estar desesperado¡¡
Emilio sabe que su hermano lo deseaba tanto como él:
--¿será virgen?
Le excita mucho que su hermano nunca haya estado con un hombre y él se la haya mamado:
--lástima que es mi hermano...
Le ha gustado conocer tan intimamente a su hermano pero sabe qué ya se acabó:
--esto me servirá para ir más relajado pero ahora lo que tengo que hacer es acostarme con ese chico que tanto me pone y olvidar el resto.
Joel sale a dar una vuelta. La ducha y el aire en su cara lo hace sentir mejor.
--¡el pasado pisado¡
Le hace ilusión pensar que va a cobrar una buena herencia.
--y el resto lo olvido... voy a ser rico. Mamá tiene razón me casaré con Noelia y ella me ayudará a olvidar toda esta locura que no puede ser...
Joel sube al cuarto. Se siente incómodo ante su hermano porque no puede olvidar que le gustó que se la mamara. Emilio lo disfrutó igual. Piensa en el cuerpo desnudo de su guapísimo hermano con remordimientos. Ninguno de los dos se atreve a mirar a los ojos al otro. Joel actua como si nada. Habla, le cuenta que tienen hora con el notario a las 3, que tienen el tiempo justo para comer, que esto y lo otro... pero no lo mira. Emilio lo nota molesto. A Emilio le duele el cambio y aunque le gustó que su hermano le dejara chuparle y comer de su caramelo secreto que ya no tiene secretos para él, que Emilio ha sido el primero en explorar y Emilio lo sabe y eso hace que lo haya disfrutado más. Piensa que si hubiera sabido que por una mamada volvería a estar distante con él habría preferido que no pasara aunque lo disfruto. Aunque en ese momento es lo que más quería. Se siente culpa, se siente un pervertido por haber abusado de su hermano mayor.
--estaba borracho... no sabía lo que hacía... --piensa para sí.
Emilio trata de calmarse, de recordar que aunque habia bebido se veía muy entero:
--no parecía... no sé... a lo mejor sí lo hizo sólo como favor a mí y ahora sobrio le da pena... --piensa.
Los dos hermanos comen juntos en el restaurante del hotel. Están juntos y tan lejos. Emilio está sintiendo un cariño especial por su hermano. Le gusta que sea guapo, le gusta que hayan compartido un momento sexual, pero desea que ambos se vean como hermanos y se lleven bien. Sin atreverse a mirarlo a los ojos Emilio le pregunta:
--estás enojado conmigo?
Joel lo mira con pena y con culpa al recordar el desliz de la noche antes.
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